Esta materia se propone reconstruir la genealogía del mundo moderno, entre
los siglos XV y XIX, a partir de una mirada americana que articula las
dimensiones socio-económica, político-institucional y simbólica mediante la
problematización de las lógicas de la colonialidad y del patriarcado, imperantes
en ese proceso.
La disolución de las estructuras feudales y la transición al capitalismo, la
emergencia de mecanismos político-institucionales de centralización del poder
y la configuración de una esfera pública regida por valores autonomizados de
las referencias religiosas, están atravesados tanto por una geopolítica del
conocimiento que establece la validez universal de los estándares europeos,
como por el peso de un arquetipo viril en el que un ideal-tipo de sujeto
masculino dominante, blanco, avasallante, incide de manera notable en la
configuración de la cultura política moderna
En este marco, este programa traza un recorrido histórico que, en la
perspectiva de la interseccionalidad, explora los modos en que los cruces de
variables diversas –económicas, políticas, de género- van delineando los
escenarios de la Modernidad. Para abordar la interconexión entre los procesos
globales que se inician en el siglo XV y las configuraciones locales y regionales
americans, particularmente las regiones que formaron parte de los imperios
coloniales español y portugués, priorizamos las múltiples vinculaciones entre la
implementación de esquemas de organización económica, social, política,
jurídica, diseñados en las áreas hegemónicas del mundo atlántico, y las
prácticas cotidianas que dan cuenta de la matriz colonial y patriarcal en la que
se inscriben la economía, el Estado y el imaginario político modernos.